Si formas parte del mundo del diseño gráfico y la ilustración digital sabrás que Adobe Illustrator es una de las herramientas más utilizadas. ¿Por qué? Entre otros motivos, gracias a su capacidad para crear y manipular gráficos vectoriales. ¿Quieres saber cómo vectorizar en Illustrator y subir de nivel en tus conocimientos de diseño? Sigue leyendo y no pierdas detalle.
Antes de entrar en materia vamos a conocer qué es un vector. En el contexto del diseño gráfico y la informática, los vectores son gráficos que utilizan ecuaciones matemáticas para representar imágenes. A diferencia de los gráficos rasterizados, que se componen de píxeles, los gráficos vectoriales se basan en líneas y formas definidas por fórmulas matemáticas. Aquí tienes algunas de sus principales características:
El primer paso en la vectorización es la selección de una imagen adecuada. No todas las imágenes se vectorizan con la misma eficacia. Las imágenes con alto contraste y bordes bien definidos suelen dar mejores resultados. Las imágenes con sombras suaves, gradientes o detalles finos pueden no vectorizarse tan claramente. Una vez elegida la imagen, impórtala a Illustrator utilizando «Archivo > Abrir» o arrastrándola al área de trabajo.
La herramienta «Trazado de imagen» (Image Trace) es la característica principal de Illustrator para la vectorización. Para acceder a esta herramienta, selecciona la imagen y dirígete a «Ventana > Trazado de imagen». En este panel, encontrarás varias opciones preestablecidas de trazado que se ajustan a diferentes estilos y tipos de imágenes, como «Alto contraste», «Silueta», «Fotografía», «Técnico», y más. Cada preset proporciona un enfoque diferente de vectorización, adecuado para distintos tipos de imágenes.
Una vez que hayas elegido un preset de trazado, es posible que necesites ajustar los parámetros para obtener el resultado deseado. Los controles como ‘Umbral’, que determina cuánto del detalle original se conserva, y ‘Número de colores’, que define la cantidad de colores en el trazado vectorial, son fundamentales. Los ajustes de ‘Áreas de trazado’ y ‘Rincón’ permiten controlar la precisión con la que se trazan las líneas y las esquinas. Jugar con estos ajustes te dará una mejor comprensión de cómo afectan a tu imagen.
Después de encontrar la configuración adecuada, puedes convertir el trazado de imagen en vectores editables. Haz clic en el botón «Expandir» en la barra de herramientas superior para hacer esto. Ahora, tu imagen es un conjunto de trazados vectoriales que puedes editar individualmente.
La edición manual es un paso crucial. Aunque el trazado automático es muy útil, a menudo requiere ajustes manuales para perfeccionar la imagen. Herramientas como la «Pluma» (Pen), que permite crear y editar trazados precisos, y «Selección directa» (Direct Selection), que facilita la modificación de puntos y curvas individuales, son esenciales en este proceso. Este paso es donde puedes pulir detalles, ajustar curvas, y eliminar elementos innecesarios o indeseados.
Una vez que ya has terminado el proceso de vectorización, es hora de guardar tu trabajo. Illustrator ofrece varios formatos de archivo para exportar, incluyendo AI (el formato nativo de Illustrator), SVG (ideal para gráficos web), y PDF (para una amplia compatibilidad). Escoge el formato que mejor se adapte a tus necesidades.
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